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Paolo Grossi, conferencista excepcional en el Supremo Tribunal de Justicia del Estado
 


18.02.04.
El Código no es la fuente idónea capaz de tutelar el particularismo indígena, por lo que es necesario el reconocimiento de un derecho consuetudinario, pues los indígenas en México como en otras partes del mundo se guían por costumbres milenarias, que constituyen la voz del pueblo, opinó el doctor Paolo Grossi, catedrático de historia del derecho de la Universidad de Florencia, Italia, quien de esta manera se pronunció por la existencia de un pluralismo jurídico y en contra de la condena hacia la existencia de estas comunidades no oficiales.

Con esta exposición en el salón de plenos del antiguo Palacio de Justicia, ante el Magistrado Presidente Mauro Hernández Pacheco, el Magistrado de la Primer Sala Penal, Alejandro González Gómez y del director del Instituto de Especialización Judicial, de quienes recibió sendos reconocimientos, culminó el ciclo de conferencias 'Derecho e Historia, perspectivas del Tercer Milenio' organizados por el Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y el Congreso del Estado.

Durante su disertación ante catedráticos, investigadores y alumnos de la carrera de derecho de universidades públicas y privadas, el doctor 'honoris causa' reflexionó sobre la necesidad de dar un mayor peso específico a la costumbre, toda vez que en general los indígenas se guían por ésta, aunque en los campos del derecho penal y administrativo, es la voz del Estado la que debe contar "pero por la reglamentación de la vida cotidiana".

El Presidente de la clase de Ciencias jurídicas, económicas y sociales de la 'Academia Toscana de Ciencias y Letras' cuestionó ¿por qué no dar una tarea importante a la costumbre la que los indígenas de todo el orbe?

Luego de una serie de exposiciones sobre la evolución del campo del derecho, subrayó las novedades que el Código Civil representa dentro del Estado, nacido de las Revoluciones del 89, y consolidado desde la obra política de Napoleón.

En su última conferencia titulada ' La Codificación a 200 años del Código Napoleónico', Paolo Grossi aclaró dichas diferencias, contrastando las construcciones jurídicas medievales y del antiguo régimen con las ideas totalmente nuevas, expresadas en dicho código.

Lamentó el hecho de que el derecho consuetudinario haya sido sacrificado, de cara a las problemáticas enfrentadas por comunidades indígenas de todo el mundo, ante su necesidad de vivir conforme a sus costumbres milenarias, basadas en el derecho colectivo, pero cuyo valor es cancelado por el absolutismo jurídico, donde la ley ocupa el más alto nivel.

Frente a este panorama preguntó si es de justicia condenar a las comunidades no oficiales: "Yo diría que no. Debe ser visto de un modo pluralístico, un ejemplo es la Europa del año 2000" .

En esa ocasión, dijo, se redactó la Carta de Niza, una declaración de los derechos fundamentales de los ciudadanos europeos, que condenó porque a su juicio tiene un carácter individualista, ya que allí el hombre es una isla y las colectividades no son consideradas o previstas en la cultura romanística.

Paolo Grossi expuso contrastes del respeto a las costumbres de los pobladores oriundos de Suiza y España, gracias al trabajo de un historiador jurista, pero lamentó que no se haga lo mismo en naciones como Francia.

A lo largo de la conferencia reflexionó sobre la importancia del Código Civil napoleónico en la historia de las fuentes del derecho, toda vez que actualmente todo el derecho interesa al Estado, tanto aquel derecho privado que los reyes de Francia habían respetado, como las costumbres.

Afirmó que el Código Civil ofrece un sistema coherente, claro, simple, casi geométrico, que lo lleva a ser un signo de la relación de poder político y derecho privado, "el primer testimonio lo da el mismo Napoleón que participó activamente en los trabajos de la redacción".

Con el Código Civil, el pluralismo jurídico cede a un riguroso monismo jurídico, y las viejas fuetes - que han sido las matrices del antiguo derecho-es decir las costumbres interpretadas por doctrina y jurisprudencia pierden su papel activo. El jurista después del Código se convierte en intérprete pasivo, explicó el catedrático italiano, expresó.

El catedrático en historia del derecho puntualizó la conveniencia de disertar sobre esta serie de tópicos, cuando el planeta de "civil law", vive una fuerte crisis de las fuentes del derecho e insistentemente se cuestiona si es posible que el Código pueda ser la ley del futuro, en un escenario donde los hombres de negocios, insatisfechos de los simplismos del Código Civil, inventan institutos nuevos más sugerentes de las profundas novedades de la economía y de la tecnología, y en un continente europeo que pareciera ser llamado a los viejos valores verdaderos y remotos.