posibilidades que ofrece el actual modelo educacional que, en su concepto, no es suficiente para alcanzar los objetivos y subsanar las necesidades del entorno vigente.
Destacó que la complejidad del mundo laboral y profesional del siglo XXI, impulsa vertiginosamente a la estructura educativa a orientarse a una economía del conocimiento, en el que se permita cohesionar el mapa de competitividad tan heterogéneo que se tiene en el país.
“Es necesario adoptar el modelo educativo a las nuevas condiciones económicas y la existencia sostenible”, señaló.
Es necesario caminar hacia una nueva dirección, añadió, se deben crear incentivos compartidos y alinear la educación hacia el desarrollo de habilidades, cuyo propósito sea formar ciudadanos críticos, participativos, que asuman sus derechos, y ejerzan sus obligaciones.
En la medida en que se elimine de la sociedad mexicana a los ciudadanos de baja intensidad, se podrán tener ciudadanos más comprometidos que fiscalicen a sus instituciones, a su vez éstas se fortalecerán y consecuentemente se logrará la sinergia correcta entre crecimiento, competitividad y bienestar.
Lo anterior, como parte del programa de difusión del modelo de educación misión 2015, con que el Tecnológico de Monterrey, a través de sus programas educativos y de investigación y desarrollo, busca promover y transferir el conocimiento a fin de desarrollar, crear y colaborar con el desarrollo económico, político, social y culturales de las comunidades, así como el uso sostenible de los recursos naturales. |